Como ya adelantabamos en nuestro blog https://despachoalonsoysalvador.es/el-poder-de-los-consumidores-y-el-medio-ambiente/ los grandes supermercados europeos están imponiendo a sus proveedores, y en el caso que nos interesa, a los españoles, medidas de protección medioambiental para evitar desastres ecológicos como el ocurrido, por ejemplo, en el Mar Menor por vertidos tóxicos (probablemente derivado de los fertilizantes del cultivo de la lechuga). Los grandes supermercados están a su vez presionados/condicionados por el consumidor que busca un consumo sostenible y una producción respetuosa con el medio ambiente.
Estos supermercados gigantes han dado un paso más, y según ha informado WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) -sin que haya sido desmentido- los «principales» supermercados europeos «han pedido», a través de una carta, al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que «abandone el plan para legalizar el regadío ilegal en Doñana».Leer más: https://www.europapress.es/andalucia/huelva-00354/noticia-wwf-dice-principales-supermercados-europeos-piden-junta-abandonar-plan-regadios-donana-huelva-20220322000047.html.
No es una cuestión sin importancia, porque subyace una, velada y no tan velada, amenaza de boicot de estos gigantes europeos a la fresa y frutos rojos de Huelva, cuyas consecuencias serían catastróficas para el sector. Es justo reseñar que hay fresas «legales» , no toda la fresa o fruto rojo de Huelva se cultiva con extracciones ilegales de agua, sin embago, es todo el sector el que sufrirá el boicot, sin distinción de justos o pecadores.
Y es que llueve sobre mojado, el Tribunal de Justicia de la UE en junio de 2021, condenó a España por dos motivos: no haber tenido en cuenta las extracciones de agua ilegales y las extracciones para el abastecimiento urbano a la hora de estimar las extracciones de agua subterránea de la comarca de Doñana antes de elaborar el Plan Hidrológico del Guadalquivir 2015‑2021, y por no haber adoptado medidas de protección frente a la sobrexplotación acuífera de Doñaña. Esta condena condiciona necesariamente el plan hidrológico 2022-2027 y obliga a la protección del acuífero de Doñaña y en caso de incumplimiento a la imposición de sanciones económicas a España.
Por lo tanto,a las buenas (que sería lo deseable) o a las malas (boicots y pérdida de mercado internacional con sanciones a España por incumplimiento) solo cabe una solución: trabajar todos los afectados para que el cultivo de la fresa y frutos rojos de Huelva sea sostenible y respetuoso con el habitat, ecosistema de Doñaña.
Puede observarse como el cultivo intensivo de dos productos saludables como la lechuga y la fresa, está causando un enorme daño ambiental. Por lo tanto, que un producto sea saludable o bueno para la dieta humana, no quiere decir que sea bueno para el medio ambiente. Lo mismo puede decirse de los productos ecológicos, porque nada dice el etiquetado ecológico sobre el uso del agua: pueden ser fresas ecológicas pero regadas con agua ilegal de Doñaña.Tampoco ser vegano es sinónimo de protección ambiental: un informe del Parlamento Europeo de 2020 subraya que “aproximadamente el 80% de la deforestación mundial se debe a la expansión de los terrenos utilizados para la agricultura”, y que “se estima que el consumo de la Unión Europea contribuye al 10% de la deforestación mundial, como mínimo”.
Por lo tanto, la protección del medio ambiente depende de una adecuada y sostenible forma de producción y cultivo.