Es común confundir ambos conceptos o bien entender que los abogados solo actúan en pleitos, pero no es así.

El ASESOR es un concepto ambiguo que alude a alguien que da asesoramiento sobre determinadas materias pero no indica nada sobre la titulación académica del mismo, es decir, pueden ser asesores personas sin titulación ni formación alguna,  no están colegiados ni inscritos en ningún órgano oficial que garantice una responsabilidad profesional, y ello comporta un evidente riesgo para el ciudadano y si el asunto se complica, desde luego que no podrá ir  a los tribunales en defensa de su cliente.

El ABOGADO es un profesional que ha cursado una licenciatura o grado de Derecho y está inscrito en su colegio profesional, lo que le habilita oficialmente para el asesoramiento legal y actuación ante los Tribunales de Justicia, ofreciendo de este modo al cliente una cobertura total,de inicio a fin, en la solución de su asunto.

Así mismo, la experiencia del abogado en los juzgados es vital para garantizar al cliente un asesoramiento de calidad y con conocimiento de causa.

La realidad es que muchos pleitos se evitarían y tendrían plena garantía de éxito, si el asunto, desde un primer momento, hubiera contado con el asesoramiento de un abogado experimentado.

Para saber si un Abogado está debidamente colegiado, visite el siguiente enlace https://www.abogacia.es/servicios-abogacia/censo-de-letrados/

 

 

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